Sin embargo, desde la Reforma Fiscal de 2014 el organismo cuenta con la posibilidad de hacer revisiones electrónicas de la información que entregan los contribuyentes, aunque fue hasta el ejercicio fiscal 2016 que comenzó a realizarlas. Así, el SAT ejerce sus facultades de comprobación mediante visitas domiciliarias, revisiones de gabinete y auditorías electrónicas, aunque en el caso de estas últimas no llevan consigo un requerimiento de la autoridad para su cumplimiento.
Por lo anterior, es de suma
importancia que los contribuyentes cotejen sus operaciones y documenten la
información proporcionada mediante la contabilidad electrónica, pues debe
coincidir con la documentación soporte. Lo anterior debido a que la autoridad
realizará un cruce de información, también de manera digital, donde podrá encontrar
omisión de pagos, ingresos omitidos, determinación incorrecta, cálculo de
retenciones y proveedores de riesgo, además de diferencias con el Registro
Patronal del IMSS, deducciones o acreditamientos indebidos y operaciones
atípicas.
En días recientes, el SAT dio a
conocer que recaudó 44 mil 543.4 millones de pesos por auditorías durante el
primer trimestre de 2019, 33% más en el 2018, cifra récord para el gobierno
federal. Parte de esta recaudación proviene de 10 mil 485 actos terminados por
revisión que podrían emanar de auditorías electrónicas.
Por lo tanto, es recomendable
que el contribuyente esté pendiente de las notificaciones en el correo
electrónico que validó ante la autoridad, a fin de que pueda revisar el Buzón
Tributario y enterarse en tiempo y forma de cualquier observación que emane de
una auditoría electrónica.