He  visto gente (no porque yo lo haga) que en cuanto llega a casa, a su  trabajo, o en cuanto tiene la primera oportunidad de estar conectado a  internet, revisa ansiosamente su face en busca de alguna nueva notificación, un mensaje, una solicitud de amistad, etc.
Los  usos de Facebook son cada vez más amplios, su propósito original, como  la mayoría de nosotros sabemos, fue el de conectar a una pequeña red de  estudiantes (según la historia oficial y la película “Social Network”),  si, en un inicio tal vez tuvo un propósito un tanto escolar, digo, un  tanto, ya que obviamente el chisme siempre estará presente y el máximo  futuro que se veía para Facebook era convertirse en un tipo chismógrafo  gigante, que bueno, en cierta parte lo es, pero jamás se espero tuviera  algún uso comercial o que generara los ingresos con los que actualmente  goza.
Pero de chismógrafo,  pasó a ser una súper aplicación, de la cual ahora depende el estado de  ánimo de muchas personas, sus relaciones personales, de la cual también  dependen ahora los contactos de muchas empresas, los negocios de mucha  gente y que puede afectar más de lo que podemos imaginar al medio  ambiente… si, el hecho de estar sentados espiando vidas,  revisando actualizaciones, enviando y recibiendo solicitudes de amistad o  comentando estados… puede ser sumamente dañino, ecológicamente  hablando.
Facebook día con día necesita más espacio físico y virtual para almacenar toda la información de su creciente número de usuarios,  derivando en la construcción y uso de centros de datos, oficinas,  transporte  para empleados y servidores, según una investigación, estos  procesos han originado hasta el día de hoy, cerca de 285 toneladas de  gases de efecto invernadero. De acuerdo a la misma fuente, la actividad  en la red social, en promedio, emite unos 269 gramos de gases de efecto  invernadero, equivalente a los originados por una taza mediana de café,  tres plátanos o dos vasos de vino.
532 millones de watts es el  total de energía utilizada en las oficinas, centros de datos y  complejos de Facebook a nivel mundial, desglosada, el 23 por ciento  proviene de energías limpias y renovables; 27% del carbón; 17% del gas  natural y 13% de energía nuclear. El restante 20% se compone de “energía  no categorizada”, es decir, energía que se adquiere  en el mercado al  contado, esta es información que la propia compañía de Mark Zuckerberg  publicó en su sitio oficial.
Las  expectativas esperadas para Facebook en un par de años máximo, es que  el 25% de su energía sea obtenida de fuentes renovables; pero con el  crecimiento diario de la red social es prácticamente imposible  contrarrestar los efectos de los dos años que siguen y de los que van en  curso.
Es  por esto que FACTURAXION, la mejor y más sustentable aplicación de  facturación electrónica optó por utilizar tecnología en la nube, donde  se elimina en lo más posible el uso de servidores y agentes  contaminantes, evitando al igual mayor fabricación de hardware donde se  involucran sustancias no amigables con el ecosistema, además, el ahorro  de recursos beneficia al ambiente y a las empresas, encontrando en la  facturación electrónica el recurso ideal que combina eficiencia,  tecnología y mejores prácticas para las empresas mexicanas.
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