El SAT cumplió 15 años de servicio al público, servicio eficiente en diversos sentidos, teniendo la función de fiscalizar, vigilar y controlar la entrada y salida de mercancías y pasajeros, así como los medios en que son transportadas refiriéndonos a las aduanas, así como sus funciones relacionadas con el ciclo tributario y de comercio exterior, aunque especialmente en este espacio, saben que le brindaremos una mayor importancia a la labor que ha desarrollado en el campo de la facturación electrónica, modelo utilizado por más de 550,000 contribuyentes desde 2005.
El principal acierto del SAT comenzó con la iniciativa para digitalizar el proceso de facturación en México, dando origen a la facturación electrónica, como futuro esquema de comprobación fiscal, comenzando con la implementación de la Firma Electrónica Avanzada (FIEL), necesaria para identificar a los próximos usuarios del esquema de facturación electrónica, esto a finales de 2004, lo cual dejaría el terreno preparado para su introducción en el año 2005. De enero de ese año a marzo de 2012 se han emitido más de 3,811 millones de facturas electrónicas, y se espera que en el presente año se emitan más de 4,300 millones, tan sólo de Enero a Marzo de 2012 se han emitido más de 896 millones de facturas electrónicas.
Según palabras literales del SAT, el sistema de facturación electrónica consiste en un archivo que contiene la información ordenada y expresada conforme al estándar definido por el SAT, que permite, al igual que el papel, documentar la información de una transacción y asociarla a los registros fiscales con validez semejante a su contraparte impresa, gracias a este sistema México ya fue acreedor al premio a la Innovación de la Administración Tributaria, otorgado por el CIAT.
En palabras más sencillas, este es un esquema donde el papel se elimina por completo, de tal manera que toda la información que se requiere para la validez de una factura estará contenida en un archivo digital que contará con cuatro características fundamentales: integridad, autenticidad, unicidad y no repudio.
Al igual que cualquier moda, la facturación electrónica fue adoptada por “los grandes”, los contribuyentes con ingresos mayores a 4 millones de pesos al año, quienes identificaron desde un inicio las ventajas de digitalizar este proceso, sumando que en su mayoría, estas grandes empresas ya contaban con la infraestructura y capacidad tecnológica necesarias.
Felicitando al SAT por estos primeros 15 años de estar presente en la regulación del sistema fiscal y tributario y sobre todo por integrar la facturación electrónica al sistema del país, estando ahora disponible para todas las empresas de cualquier tamaño, ofreciendo sus beneficios para reducir costos, optimizar sus recursos y mejorar sus prácticas con el plus ecológico de la extinción de facturas en papel.
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