¡Héroes nacionales!... es así como son considerados los jugadores de nuestra selección mexicana de futbol, la cual, el pasado sábado 11 de Agosto se coronó como campeona de futbol de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, y no es para menos, desde que tengo uso de razón siempre se quedaban en el famoso “ya merito”, y cada partido era coreado bajo el “si se puede”, pero pues después de casi cien años disputando juegos olímpicos, mundiales, la Copa América, la Concacaf, y campeonatos como el Sub 20 o el Sub 17, al fin se puede decir que: ¡ya se pudo!, este campeonato en Londres, con el triunfo de dos goles contra uno, a favor del TRI nacional frente a Brasil, es el resultado de horas de constante entrenamiento, apoyo de la afición y algo que puede ser la diferencia con respecto a las anteriores selecciones y que varios pudimos notar en la actitud de los jugadores: la mentalidad ganadora!
Mucha gente lo dirá de broma pero cada vez es más necesaria la motivación, todos nosotros tenemos un “algo” que nos estimula y nos hace dar nuestro mejor esfuerzo en nuestras actividades, es decir del estímulo pasamos a una necesidad, de esta hacia un comportamiento y de este a una satisfacción, lo que sucedió con la selección mexicana de futbol, la cual logró ver el triunfo como una necesidad y a la afición como un estímulo de la misma, aplicando las acciones necesarias donde encontramos el entrenamiento, la concentración, la alimentación, la dedicación, la disciplina y el trabajo en equipo como los principales hechos que orientaron a cada jugador hacia la satisfacción consolidada en cada una de las medallas entregadas, medallas que cada mexicano sentía aunque fuera emocionalmente, y de ahí podríamos aplicar el “si ellos pueden, porqué yo no”.
Es decir, utilizar ahora todos y cada uno de los mexicanos ese hecho de ser campeones mundiales de olímpicos, como nuestro estímulo, creernos capaces de triunfar aunque las posibilidades no se encuentren a nuestro favor en cualquier actividad que desempeñemos, que nos cree una necesidad de dar siempre nuestro máximo, aunque suene muy choteado este ejemplo donde dicen: “seas lo que seas, tienes que ser el mejor”.
Cada uno de nosotros debemos cumplir escalando ordenadamente la famosa pirámide de Maslow, no podemos saltarnos niveles, al satisfacer determinado nivel, el individuo sube a un nuevo nivel donde encuentra diferentes necesidades y se impone nuevas metas para lograr su satisfacción … es decir, tener más ambición y huir del sentimiento de conformismo… por ejemplo el goleador Oribe Peralta, demostró tener cubiertas al cien por ciento sus necesidades fisiológicas, de seguridad y sociales, y no se conformó con su gol a los 30 segundos de partido, sino que durante los 90 minutos buscó oportunidades y su búsqueda fue recompensada con una nueva anotación, logrando saciar el nivel de la pirámide compuesto por las necesidades de reconocimiento y de auto-superación, ya que esto marcará un nuevo inicio para él, tomando este acontecimiento como su punto de partida, en entrevistas, Oribe Peralta se jacta de "no tener miedo de nada, esa palabra no existe en mi vocabulario", demostrándolo al cien por ciento en la cuna del futbol, Wembley.
El equipo de FACTURAXION extiende su más sincera felicitación a todos aquellos que hicieron posible ese inolvidable oro olímpico.
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