TrustWeaver, una empresa sueca
dedicada a desarrollar herramientas que facilitan el cumplimiento y la
auditabilidad de los procesos de negocio, ha publicado la edición 2013 del “Tax-compliant
global electronic invoice lifecycle management” (Gestión del ciclo de vida de
la factura electrónica global de cumplimiento fiscal). Este estudio mide el
grado de madurez que se ha alcanzado en 60 países en la implementación de
facturación electrónica.
Según el estudio, los gobiernos
en Latinoamérica, incluyendo México, han sido de los primeros en adoptar
programas para maximizar los beneficios de la facturación electrónica.
Confiando en las ventajas que conlleva el uso de medios electrónicos en materia
fiscal, las empresas están dejando de lado la facturación en papel, obteniendo
así procesos más eficientes y ahorros instantáneos.
El efecto macroeconómico y
ecológico de estos ahorros es de gran importancia para los gobiernos, ya que
son ellos quienes son juzgados por su habilidad para aumentar la competitividad
del país y la sustentabilidad ambiental. De igual manera la facturación
electrónica representa una buena oportunidad para eliminar el fraude mientras
se obtienen datos económicos de gran relevancia en tiempo real. Por esta razón,
los gobiernos latinoamericanos han decidido poner en marcha infraestructura de
control totalmente nueva y ha hecho obligatoria la facturación electrónica para
los contribuyentes.
En comparación, los socios
comerciales de países europeos tienen la libertad de elegir la manera en que
verifican la integridad y la autenticidad de la factura. Por tal motivo, la
implementación de procesos digitales en facturación ha sido más lenta. Al preferir la factura en papel, el socio comercial tiene la obligación de tener un
proceso de control. En caso de falta de evidencia de autenticidad de la
factura, en ocasiones se tiene que incurrir en costos adicionales para
solucionar el problema, haciendo más caro e ineficiente el proceso de
facturación.
Aunque lentamente en algunas
regiones del mundo, lo cierto es que la facturación electrónica está entrando
fuerte y está transformando procesos administrativos tanto de gobiernos como de
empresas por igual, automatizándolos y haciéndolos mucho más eficientes.
Me parece que México en la adopción de la factura electrónica va muy bien, sin embargo aún hace falta mucho esfuerzo por parte del organismo regulador para que todos los contribuyentes ingresen en este esquema¡
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