El tema del momento son los juegos olímpicos de Londres, el día de hoy se lleva a cabo la inauguración, imagínense que nuevamente México tuviera el honor de fungir como sede de tan magno evento, lo invito a que se pregunte ¿qué pensarían de nosotros los turistas nacionales y extranjeros?, ¿Qué imagen transmitimos?... todo evento de esa magnitud trae consigo importantes derramas económicas, debido a la afluencia en los pequeños y grandes comercios.
¿Qué necesita México para ser contemplado como sede de un evento similar?… imagine que ya somos sede de los Olímpicos y que algún turista nacional pide su factura en algún comercio donde aún utilizan facturas en papel, un restaurante, por poner un ejemplo, obviamente el servicio será lento por el tiempo perdido en la expedición de la factura, y es en esos escenarios donde convergen entes nacionales y extranjeros, un extranjero al observar esa situación no se llevaría precisamente la mejor de las impresiones después de un servicio lento y poco eficiente, en cambio, si el comercio contara con un sistema de facturación electrónica, el cliente podría generar la factura desde su casa, el personal del establecimiento ofrecería un servicio más ágil y los turistas nacionales y extranjeros se irían con un excelente sabor de boca del establecimiento con amplios deseos de regresar y recomendar de lo particular a lo general, es decir, desde el servicio del establecimiento, pasando por la modernización de las tecnologías en pro de los servicios, hasta que nuestro país posee una economía sana y un sistema fiscal ordenado, digno de ser tomado como ejemplo para el mundo.
Incluso la factura electrónica podría ser tema importante en los famosos reportajes y cápsulas de “la vida cotidiana” de los habitantes de las localidades sede, ya que a la gente alrededor del mundo le interesa la tecnología con la que cuente un país, tan sólo el hecho de poder realizar facturación electrónica desde un dispositivo móvil, sería sumamente atractivo e impactante hasta para un chino o japonés acostumbrado a las maravillas tecnológicas, el hecho de enviar una factura en segundos al SAT sería impresionante para un inglés o un estadounidense que viven en sistemas completamente diferentes, o incluso para países que no han tenido el boom esperado con la factura electrónica, como Cuba o Sudamérica en general brindar un ejemplo de las estrategias utilizadas para automatizar y facilitar este proceso fiscal necesario, e incluso brindar un ejemplo de cómo hacer más agradable esa función adaptándola al estilo de vida de los ciudadanos.
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