No obstante que el Servicio de
Administración Tributaria (SAT) informó que a partir del 2014, los
contribuyentes con ingresos superiores a 250 mil pesos al año, deberán migrar a
un sistema de Comprobantes Fiscales Digitales por Internet (CFDI); muchos
contribuyentes que generan menos de esta cantidad buscan cambiarse al CFDI.
Para poder cambiar a CFDI
únicamente se requiere la Firma Electrónica, el certificado de sello digital y
acudir con algún Proveedor Autorizado de Certificación (PAC).
A pesar que aquellos contribuyentes
con ingresos iguales o menores a 250,000 pesos son los que podrán hacer uso del
comprobante fiscal con Código de Barras Bidimensional (CBB), muchos de estos
han decidido migrar voluntariamente al CFDI, esto con el fin de optimizar sus
recursos, subirse a una plataforma que los vuelva más competitivos y porque sus clientes así lo exigen.
Para las micro, pequeñas y
medianas empresas (mipymes), el hecho de que necesiten adecuar nuevos sistemas
informáticos y además adaptarse a estos nuevos mecanismos, les implica gastos
que no tenían previstos; sin embargo, esto mas allá de ser un gasto, puede ser
una inversión, ya que les facilitará la interacción con los clientes y proveedores,
debido a que el CFDI se realiza de una manera mucho más rápida.
Desde hace ya 7 años que surgió
la primera solución de CFDI y no es fácil predecir cuanto tiempo tomará alcanzar
a todos los contribuyentes que existen, se estima que en 5 años el 100% de los
contribuyentes adopten esta nueva forma de emitir CFDI que esta revolucionando la
forma de hacer negocios en México.
Para poder pronosticar el nivel
de velocidad que llevará cambiar a este sistema de CFDI, se deben tomar en
cuenta factores como los siguientes:
- La terminación de papel de los impresores autorizados.
- La ineludible obligatoriedad por parte del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
- La penetración de internet.
- El uso cada vez más amplio de la tecnología en la gestión de las pymes.
- El cambio de reglas para adaptarla a nuevas realidades.
- La versatilidad de un mundo globalizado que nos obliga a adoptar tendencias que nos vuelvan competitivos.
El CFDI esta revolucionando la
forma de hacer negocios en México, los más de 270 mil contribuyentes que ya
cuentan con esta nueva forma de generar CFDI se administran de una forma más efectiva
y hacen más sencilla su labor de cobranza.
Al pasar al esquema CFDI, las
empresas ganarán agilidad y eficiencia en el ciclo de cobranza, además de
simplificar sus procesos administrativos y tener una mayor seguridad jurídica
al disminuir la generación de comprobantes apócrifos.
En el caso de la seguridad, al
tenerse las claves y contraseñas se dificulta que terceros falsifiquen datos
como la razón social, precios, productos, clientes, entre muchos otros; también
mantiene toda la información a salvo y protegida.
La forma en que se emite un CFDI es muy sencilla de utilizar y no se requiere instalar un software especial o tecnología adicional con la que la organización ya cuenta. Los datos del CFDI se envían por
internet, vía correo electrónico en formato HTML, lo toma el proveedor, abre y
revisa el CFDI para verificar que contenga los requisitos que el SAT estipula, así
como las que fueron solicitadas por parte del cliente, timbra electrónicamente,
le pone un folio y manda la factura al cliente, más una copia al SAT y se resguarda durante un periodo de tiempo en el portal.
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