Las revisiones electrónicas
o auditorías fiscales, no tienen que ser la señal que anuncia multas y recargos
por venir, aquí te diremos a quién recurrir y los medios de apoyo y asesoría
con los que cuentas.
Cuando el Servicio de
Administración Tributaria detecta inconsistencias en los movimientos de las
empresas o personas físicas, comienza el análisis y evaluación de registros
contables, esto se puede llevar a cabo de tres formas: visita domiciliaria,
revisión electrónica o presentación de información.
Para hacer frente a esta
situación, lo primero es contar con los comprobantes fiscales o facturas
electrónicas con los que puedas amparar las operaciones que realizas, si son de
fechas recientes es todavía mejor.
Durante este proceso, la
autoridad fiscal, solicitará la información y recursos con los que cuente para
comprobar el cumplimiento de sus obligaciones fiscales, no obstante, el
contribuyente tiene derecho a conocer el periodo que será revisado de forma
anticipada.
Aunque no es obligatorio,
contar con un respaldo digital con más de 5 años atrás, almacenar los
comprobantes te facilitará poneros a la disposición de la autoridad fiscal lo
antes posible.
Posteriormente puedes
solicitar un acuerdo conclusivo como una herramienta de defensa que te permite
frenar cualquier tipo de auditoría y presentar a la autoridad fiscal argumentos
en tu defensa.
Por otra parte, la
Procuraduría de la Defensa del Contribuyente es una de las instituciones que te
ofrecen asesoría profesional para saber cómo actuar ante cualquiera de las
situaciones anteriores.
Además recuerda que, de
acuerdo a la legislación vigente en materia fiscal, tienes derechos
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