Ideas
innovadoras y no decorativas: La base del éxito de toda empresa es el
producto, resultado de una idea que, sin importar el giro siempre busca
simplificar la vida de un consumidor, por lo que dedicarse a vender algo que ya
existe de una manera “diferente” te dará ganancias
en la misma cantidad de usos que las personas le encuentren a tu producto.
Cambia tu
perspectiva: El presente es el resultado de nuestras decisiones pasadas, por lo
que, si tu futuro es algo que realmente te preocupa deberás empezar a hacer HOY
lo que te ayude a conseguir los resultados que esperas MAÑANA.
Con los datos en
la mano: No está mal confiar de vez en cuando en tu intuición, pero debes
de saber que las decisiones de tu empresa deben ser tomadas SIEMPRE basadas en
datos concretos, estudios, planes e investigaciones.
Di no a los
problemas: Considera cada complicación como un reto, de esta manera tu
perspectiva ante cualquier circunstancia, específicamente las desalentadoras, será
siempre estimulante.
Cabeza fría: Cuando las
cosas se ponen difíciles, no hay mejor manera de solucionarlo que pensar de
manera serena, una decisión tomada al instante, no suele tener los mejores
resultados.
Se persistente: Las cosas no
siempre salen a la primera, intenta las veces que sean necesarias hasta
conseguir tu objetivo.
No gastes,
invierte: La principal herramienta de una empresa es su personal, pero muchas
veces los salarios son considerados un gasto innecesario por lo que se reduce
la nómina, sin embargo, vale la pena INVERTIR en grandes talentos en lugar de
GASTAR en personal poco funcional.
0 comentarios:
Publicar un comentario